La Universidad de Pensilvania ha ganado una notoriedad inusual, siendo la alma máter de dos de las figuras más divisivas del mundo, Elon Musk y Donald Trump. A medida que la influencia política de ambos hombres aumentó recientemente, el gobierno de EE. UU. comenzó a aplicar presión sobre Penn, comenzando con el retiro de fondos de investigación y examinando sus decisiones previas relacionadas con un nadador transgénero.
Después de ejercer presión como 'palos', el gobierno presentó una 'zanahoria' extendiendo un 'compacto' especial a Penn, una entre solo nueve escuelas a nivel nacional. Este acuerdo ofrecía financiamiento federal preferencial a cambio de un amplio control federal sobre la universidad y sus políticas. Penn rechazó esta oferta, una situación aún más extraña considerando que uno de sus generosos benefactores desempeñó un papel en la redacción del compacto durante la administración Trump.
Posteriormente, parece que Penn se ha convertido en un punto focal de la administración Trump. Recientemente, la institución se convirtió en víctima de un ciberataque por un hacker alineado con las supuestas quejas compartidas por Trump y Musk sobre la acción afirmativa y el 'despertar'.
El 31 de octubre, un sofisticado ciberataque, identificado por Penn como involucrando 'suplantación de identidad sofisticada' típica de la ingeniería social, comprometió varios de los sistemas de la universidad. Estos incluían Salesforce, SharePoint, servicios Box y varias herramientas de marketing.
Además, el atacante parece haber obtenido y expuesto partes de la base de datos sensible de donantes. Según informó el periódico escolar, los datos filtrados encontrados en LeakForums consisten en documentos como memorandos de donantes y familiares, recibos de transacciones bancarias e identificadores personales.